Te has ido,
el primero de todos,
temprano, prematuro,
en lo mejor del juego.
Con no más ruido del imprescindible
has abierto la puerta que ya nadie cerrará.
A partir de ahora nada está a salvo,
los mayores ya no pueden con el peso
de la cúpula de nuestra inmunidad.
Los juegos que iniciamos ya no tienen
garantía de durar hasta el final,
y ahora ya no será por los recados
momentáneos. Serán cortes abruptos
y el juego seguirá.
Esa puerta entreabierta nos separa,
¿o nos une? ¡quién sabe! en realidad
de qué lado vivimos o nos vamos;
hacia ella caminamos,
cada cual a su ritmo,
espéranos, que vamos.
No te enfades si tardamos un poquito.
Poemas, poemillas... A lo largo de los años se han ido quedando como el arpa de Bécquer, en el ángulo oscuro del papel archivado. Que les dé un poco la luz y el brillo de alguna mirada que se quiera perder sobre ellos.
domingo, 26 de octubre de 2008
lunes, 6 de octubre de 2008
Rosa de otoño
Rosa de otoño,
capricho de algún sol sátiro y tierno
que una noche perdió su firmamento
embriagado del veneno de tu aroma.
Rey sin corona
que en su sueño transformó la flor en reina
y luego descanso; vio que era buena
y no necesitó más en su reino.
Rosa de día
paciente y olorosa, con el brillo
que da la madurez esplendorosa,
del pétalo sangrante al verde hoja.
Rosa nocturna,
Blancanieves de danzas siderales,
entre nieves y fuegos otoñales,
sedienta del milagro amanecer.
¿Hay rosas en otoño?
capricho de algún sol sátiro y tierno
que una noche perdió su firmamento
embriagado del veneno de tu aroma.
Rey sin corona
que en su sueño transformó la flor en reina
y luego descanso; vio que era buena
y no necesitó más en su reino.
Rosa de día
paciente y olorosa, con el brillo
que da la madurez esplendorosa,
del pétalo sangrante al verde hoja.
Rosa nocturna,
Blancanieves de danzas siderales,
entre nieves y fuegos otoñales,
sedienta del milagro amanecer.
¿Hay rosas en otoño?
Suscribirse a:
Entradas (Atom)