Cuerpo en tierra contra el retorcido tronco
sorteando claroscuros con ojos limpios
y limpio el corazón de tanto cansancio,
tanto precepto sobre mi débil carne.
Luminosa boga aún la tarde nueva,
agridulce la risa recién bañada
y ligera como cuerpo limpio, joven,
sin un halo de discordia o de batalla.
Decapito con los ojos semiabiertos,
con el filo de cien rayos afilados
los cuerpos grises, pelados y chaparros.
Cuerpos tamaño anciano destacados
sobre el rojo horizontal del sol cansado
contra el fondo vertical del azul cielo.
(5 DE JULIO -80
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Poemas, poemillas... A lo largo de los años se han ido quedando como el arpa de Bécquer, en el ángulo oscuro del papel archivado. Que les dé un poco la luz y el brillo de alguna mirada que se quiera perder sobre ellos.
martes, 30 de enero de 2007
martes, 23 de enero de 2007
Tarde toda de verdes y vencejos
Tarde toda de verdes y vencejos
sin fondo de cartón, sin bambalinas.
Entre el túnel azul y las trincheras
tú: blanca, brillante, gran haz de espejos.
En el aire el aroma de maderas
vivientes. Invisible, entre los átomos,
me rozas levemente cada poro
y emprendo el dulce vuelo del soñar.
Amor de tarde sola, toda tarde
durada de color e insinuaciones
al éxtasis, a ti, la maravilla.
Amor en clave. Sólo para mí
significando amor en cada hoja.
Esfera tú. Silente, verdiazul.
(JUNIO - 1980)
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sin fondo de cartón, sin bambalinas.
Entre el túnel azul y las trincheras
tú: blanca, brillante, gran haz de espejos.
En el aire el aroma de maderas
vivientes. Invisible, entre los átomos,
me rozas levemente cada poro
y emprendo el dulce vuelo del soñar.
Amor de tarde sola, toda tarde
durada de color e insinuaciones
al éxtasis, a ti, la maravilla.
Amor en clave. Sólo para mí
significando amor en cada hoja.
Esfera tú. Silente, verdiazul.
(JUNIO - 1980)
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domingo, 21 de enero de 2007
No pasarán más primaveras por tu risa
No pasarán más primaveras por tu risa,
más puños de color, perfumes en tu pecho.
No hervirá más tu sangre al calor de mis besos;
no morirás feliz cada noche en mi abrazo.
No volarán más mariposas mensajeras,
más secretos de labios y de ojos en juego;
ya no te olvidarás de ti en mis brazos firmes,
ya no podrás soñar tu caricia en mi pelo.
No alumbrarás ya amaneceres de esperanza,
plenitudes de luz rebosantes de cielo,
ni atardeceres tibios, dedos del silencio.
Ni tus ojos serán dos estrellas redondas
ni tu cuerpo un camino seguro, secreto.
Soy yo tu clave azul. Tu más profundo sello.
(JUNIO - 1980)
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más puños de color, perfumes en tu pecho.
No hervirá más tu sangre al calor de mis besos;
no morirás feliz cada noche en mi abrazo.
No volarán más mariposas mensajeras,
más secretos de labios y de ojos en juego;
ya no te olvidarás de ti en mis brazos firmes,
ya no podrás soñar tu caricia en mi pelo.
No alumbrarás ya amaneceres de esperanza,
plenitudes de luz rebosantes de cielo,
ni atardeceres tibios, dedos del silencio.
Ni tus ojos serán dos estrellas redondas
ni tu cuerpo un camino seguro, secreto.
Soy yo tu clave azul. Tu más profundo sello.
(JUNIO - 1980)
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Intenciones, propósitos
Hace falta osadía en estos tiempos para ofrecer un espacio público a poemillas sin pretensiones. Lo hago porque ellos mismos, poemillas arrinconados, se quejan de la oscuridad del papel encarpetado, inerte.
Lo hago también porque creo que la sensibilidad merece un espacio en esto que se ha dado en llamar conocimiento compartido. Confío en que haya una persona al menos entre tanto navegante ávido que encuentre una palabra, una expresión, un silencio, lo que sea, que le haga vibrar por un instante. Con eso estará justificado el atrevimiento.
Sin más preámbulos, espero ser lo bastante disciplinado como ir publicando con regularidad semanal como mínimo.
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